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En las fronteras del financiamiento Servicio de Financiamiento para el Sector Privado de la AIF

Also available in: Arabic | English | French
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En medio de la creciente inestabilidad política, la aceleración de la crisis climática y el aumento de la inseguridad alimentaria, se observa un retroceso en los avances en el desarrollo en los países más pobres del mundo. Los datos apuntan a que más personas están volviendo a caer en la pobreza extrema. Los recursos necesarios para cumplir los objetivos de desarrollo y generar resiliencia ante el cambio climático requerirán billones de dólares para inversiones cada año. En una reciente investigación (i) del Grupo Banco Mundial se indica que, en los países de ingreso bajo que son elegibles para recibir financiamiento en condiciones concesionarias de la AIF, la inversión debe ascender a casi el 10 % del producto interno bruto (PIB): una cifra que cuadriplica a la de los países de ingreso mediano alto.

Con el 60 % de estos países de ingreso bajo ya con problemas de sobreendeudamiento o con alto riesgo de afrontarlo, y el espacio fiscal sumamente limitado, el financiamiento privado debe desempeñar un papel más importante en el aumento de inversiones fundamentales y la creación de empleo. Ningún Gobierno, institución multilateral o entidad filantrópica pueden reducir la brecha de forma individual, e incluso juntos no podrán realizar las inversiones necesarias.

Un papel cada vez mayor del sector privado no solo será indispensable para salir de la crisis actual, sino que fue el rasgo característico de los países que alcanzaron la condición de ingreso mediano y se graduaron de la AIF. En los países en desarrollo, el 90 % de los empleos (i) se encuentran en el sector privado. Lograr la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible en un planeta habitable es posible solo con inversiones del sector privado. Las empresas privadas son un actor principal en los sectores que prestan servicios esenciales, como la agroindustria, la generación de energía, la conectividad digital y los servicios financieros, y que generan grandes cantidades de puestos de trabajo, como las manufacturas, el turismo y la hotelería, la construcción, y el transporte y la logística. Los Gobiernos tienen un rol complementario importante que desempeñar a la hora de proveer la infraestructura habilitante y facilitar el entorno empresarial propicio. También cumplen una función crucial en cuanto a establecer límites para garantizar una competencia saludable entre las empresas privadas.

Invertir en los mercados más difíciles del mundo

 

Sin embargo, atraer el financiamiento privado a los mercados frágiles y de bajos ingresos es difícil. La inestabilidad macroeconómica, las reglamentaciones deficientes, la mala gestión institucional y la volatilidad política generan interrupciones frecuentes que desalientan a los inversores privados y aumentan su percepción del riesgo, lo que eleva el costo del desarrollo de proyectos. Para implementar proyectos en estos mercados se necesita más tiempo y recursos; a menudo, el costo se duplica en comparación con proyectos similares en mercados emergentes más consolidados.

En los países más pobres, no basta con aplicar reformas que ofrecen igualdad de oportunidades a las empresas, crean mercados competitivos y abren las economías a la inversión. Estas reformas son necesarias, pero no suficientes, para facilitar la inversión privada en la escala y el período de tiempo requeridos. En los países que afrontan inestabilidad y riesgo de conflictos (o que ya los padecen), las reformas por sí solas no reducirán la prima de riesgo a un nivel aceptable para los inversores.

En estos mercados, el financiamiento en condiciones concesionarias desempeña un papel fundamental a la hora de mitigar el riesgo a un nivel que sea razonable para el patrocinador del proyecto y los inversionistas privados. En el “financiamiento combinado” se utilizan pequeños montos de fondos de donantes para asumir parte del riesgo del proyecto y permitir que se desplieguen mayores cantidades de financiamiento comercial. Los fondos en condiciones concesionarias se pueden desplegar a través de instrumentos financieros que absorben cierto nivel de riesgo, como garantías, préstamos subordinados, capital o swap de monedas, que ayudan a que el proyecto sea viable desde el punto de vista financiero y más asequible para los inversores.

Tomemos el ejemplo de un proyecto comercial de energía solar en Somalia, un país donde más del 50 % de la población no tiene acceso a la electricidad. El SFSP de la AIF compensó parte del riesgo y permitió al Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) y los coinversionistas seguir adelante, garantizando al mismo tiempo que las tarifas de electricidad siguieran siendo competitivas en el mercado y, por ende, asequibles para los usuarios.

 

Financiamiento innovador, impacto mayor

 

El financiamiento combinado se ha utilizado de varias maneras durante más de dos décadas, pero la creación del SFSP de la AIF en 2017 le dio a la Corporación Financiera Internacional (IFC) y MIGA la oportunidad de acelerar sus inversiones en los países de ingreso más bajo. A partir de marzo de 2024, el SFSP facilitó 288 inversiones en 50 países. Más de una tercera parte tuvo lugar en Estados frágiles y afectados por conflictos, como las Islas Salomón, Sudán del Sur y YemenVéase el anexo para consultar la lista completa de los proyectos financiados por el SFSP (i).

Los proyectos abarcan casi todos los sectores de la economía. El 25 % (del volumen aprobado por el Directorio) se destinó a créditos para microempresas y empresas pequeñas; el 11 %, para el desarrollo de manufacturas locales y cadenas de valor agropecuarias; el 15 %, para energía, incluida energía renovable, infraestructura digital y otra infraestructura, y el resto, para vivienda, financiamiento para el comercio, y salud y otros servicios. El SFSP permite que IFC y MIGA emprendan proyectos con nuevos clientes (52 % de los proyectos del SFSP) y que IFC apoye a empresas locales (78 % de los proyectos del SFSP).

Analicemos cómo el SFSP e IFC promueven la nutrición infantil, la seguridad alimentaria y los empleos en medio del conflicto en Yemen. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, la mitad de los niños yemeníes menores de 5 años están en riesgo de malnutrición. El SFSP de la AIF facilita el suministro continuo de alimentos básicos fortificados y seguros a la población de Yemen, incluso durante los conflictos. El paquete de financiamiento de USD 75 millones de IFC para Hayel Saeed Anam (HSA) Group (uno de los mayores productores de alimentos del país) permitió a la empresa continuar con las operaciones, proteger los empleos y proporcionar alimentos nutritivos a la población.

El SFSP tiene un enorme impacto en el desarrollo. A través del apoyo del SFSP a los bancos y las instituciones de microfinanciamiento, se otorgaron más de 4 millones de préstamos a microempresas y empresas pequeñas. También se respaldó la instalación de 654 megavatios (MW) de capacidad de energía renovable, de los cuales el 51 % se encuentra en países frágiles; la creación de 1,1 millones de empleos de calidad, lo que equivale al 14 % de la creación total de empleos formales en esos países, y se dio acceso a 1,3 millones de personas a la atención médica.

Un ejemplo del tipo de impacto transformador que el financiamiento del SFSP puede proporcionar es una inversión de USD 3250 millones por parte de Safaricom en el sector de las telecomunicaciones de Etiopía que, se prevé, proveerá servicios de telefonía móvil y de internet de alta velocidad a decenas de millones de personas. Con el apoyo del SFSP, MIGA emitió garantías para inversiones en operadores de dinero móvil que se espera que ayuden a permitir el acceso de 24 millones de nuevos suscriptores adicionales a los servicios de dinero móvil.

 

Atraer financiamiento, asumir riesgos

Para los 52 países donantes de la AIF, el SFSP es una inversión que vale la pena. Cada dólar invertido por el SFSP moviliza más de USD 5 de inversión comercial. Desde sus inicios, USD 4800 millones del SFSP de la AIF han movilizado inversiones por un monto de USD 24 300 millones. Aproximadamente la mitad proviene de IFC y MIGA en forma de préstamos, garantías y garantías directas para inversores privados, mientras que otra tercera parte proviene de fuentes completamente comerciales o privadas. El resto de la inversión procede de otras instituciones financieras de desarrollo (IFD) que pueden aprovechar la amplia plantilla de personal en los países y los conocimientos especializados de IFC, como Proparco, British International Investment (BII) y la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC).

El SFSP permite a IFC, MIGA y los coinversionistas emprender proyectos de alto riesgo que de otro modo hubieran evitado. El 80 % de los proyectos de IFC financiados por el SFSP tienen un puntaje crediticio que se clasifica como “débil” o “muy débil” (equivalente a un grado de inversión inferior o calificaciones “basura”, según los principales organismos de calificación crediticia), en comparación con el 40 % de los proyectos no respaldados por el SFSP. El 57 % de los proyectos de MIGA financiados por el SFSP se asocian con las categorías de mayor riesgo político, en comparación con el 26 % de los proyectos no respaldados por el SFSP para los que MIGA amplía los seguros contra riesgos políticos.

La creación del SFSP ayudó a ampliar la cartera de proyectos financieramente viables en los países más pobres. En los países elegibles para el SFSP, el financiamiento a largo plazo por cuenta propia promedio anual de IFC creció un 21 % durante 2018-23, en comparación con el período 2012-17, mientras que la movilización de fondos de otros inversores creció un 179 %. Entre los ejercicios de 2018 y 2023, MIGA emitió un promedio de USD 1400 millones al año en países elegibles para el SFSP, más del triple de lo previsto con anterioridad.

Este crecimiento fue posible gracias al aumento del número de personal en el terreno en los países clientes de la AIF y el despliegue de un mayor respaldo en materia de asesoramiento sobre prospección y desarrollo destinado a los Gobiernos, lo que permitió ayudarlos a promulgar reformas para que el sector privado prospere. El personal de IFC en los países elegibles para el SFSP aumentó de 267 en 2018 a 349 en marzo de 2024, un incremento del 31 % frente al aumento del 11 % en el conjunto de IFC. La cartera de prospección y desarrollo de IFC en los países clientes de la AIF frágiles y de ingreso bajo, para proyectos que requieren una labor de asesoría importante con los Gobiernos y clientes antes de que las inversiones sean viables desde el punto de vista comercial, pasó de ser prácticamente nula en 2018 a alcanzar los USD 4600 millones a fines de 2023.

Resultados que marcan una diferencia

 

Desde 2018, los proyectos financiados por el SFSP de la AIF (PDF, en inglés) han permitido crear empleos a gran escala, proporcionar medios de subsistencia sostenibles, empoderar a las mujeres, garantizar la seguridad alimentaria y dar acceso a millones de personas a la energía verde en los lugares más complejos del mundo. También han apoyado la creación y profundización de mercados, y han ayudado a desbloquear la inversión extranjera, que resulta fundamental para el crecimiento sostenido.

En una evaluación reciente se concluyó (PDF, en inglés) que el SFSP superó su etapa “experimental” y permitió que IFC y MIGA aumenten sus inversiones en diversos países, ingresen a nuevas jurisdicciones y contribuyan a mitigar los efectos de las últimas crisis. Se observó que la cartera de proyectos aún es “joven” y necesita seguimiento y apoyo constantes. La presencia de personal adicional en estos países lo hace posible. La elaboración de informes adicionales sobre el uso de los fondos del SFSP y una mayor labor para integrar el uso del SFSP en los marcos de alianza con los países pueden aumentar aún más el impacto.

Los países clientes de la AIF necesitan al sector privado más que nunca. En lo que respecta al cumplimiento de los ambiciosos objetivos del Grupo Banco Mundial en materia de energía, alimentos, agua, salud, clima, aceleración digital y biodiversidad, todo apunta a la necesidad de un SFSP más amplio en la AIF-21.

 

Principales conclusiones sobre el Servicio de Financiamiento para el Sector Privado de la AIF

 

El SFSP permite a IFC y MIGA apoyar proyectos de riesgo más alto a mayor escala. A pesar del deterioro de las perspectivas económicas mundiales en los últimos años, el volumen de compromisos de IFC en los países elegibles para el SFSP fue tres veces mayor de lo que se hubiera esperado sin la existencia del servicio. El volumen de compromisos de MIGA fue aproximadamente dos veces mayor de lo previsto sin la presencia del SFSP.

El SFSP apoya proyectos con riesgos crediticios y políticos más elevados. El 80 % de los proyectos de IFC financiados por el SFSP tienen una calificación crediticia “muy débil” o “débil”. En los mismos países, los proyectos no financiados por el SFSP tienen mejores calificaciones crediticias, que reflejan la existencia de empresas rentables más grandes. El 57 % de los proyectos de MIGA financiados[MIS1]  por el SFSP se encuentran en las categorías de clasificación de mayor riesgo político, en comparación con el 26 % de los proyectos no financiados por el SFSP en los países clientes de la AIF.

El SFSP apoya proyectos con alto impacto en términos de desarrollo. A la fecha, las calificaciones de la Medición y Seguimiento de los Impactos Previstos (AIMM) de IFC y la Herramienta de Comparación para la Medición del Impacto y la Evaluación de Proyectos (IMPACT) de MIGA relativas a los proyectos financiados por el SFSP en los países de la AIF son más altas que las de los proyectos de IFC y MIGA no financiados por el SFSP. Esto indica que, a través del SFSP, IFC y MIGA llegan a las poblaciones más vulnerables en los países más pobres del mundo.

El SFSP moviliza la inversión comercial en una proporción de 5:1. Cada dólar invertido por el SFSP moviliza más de USD 5 de inversión comercial. Desde sus inicios, USD 4800 millones de fondos del SFSP de la AIF han movilizado inversiones por un monto de USD 24 300 millones.

El SFSP no es una donación. El SFSP no es una donación para IFC, MIGA o clientes privados. Los fondos de la AIF a través del SFSP se coinvierten junto con IFC y MIGA en forma de garantías, préstamos subordinados o en condiciones concesionarias, capital y swaps en varias monedas. La AIF recibió reembolsos de los créditos en forma de cargos, intereses, capital y un pequeño ingreso. Esto convierte al SFSP en un mecanismo eficiente para reutilizar los escasos fondos de la AIF.

Los fondos del SFSP siguen el principio de concesionalidad mínima. Esto significa utilizar los fondos de los donantes solo en la medida necesaria para que un proyecto sea financieramente viable o para atraer inversión privada en los lugares donde no sería posible de otro modo. En promedio, el nivel de subsidio para los proyectos financiados por el SFSP es de apenas el 6,7 % del costo total del proyecto; además, IFC y MIGA son las únicas instituciones financieras de desarrollo que publican esa información a nivel del proyecto.

 

 

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